Sodosísmica y Onesvie llaman a fortalecer edificaciones que no cumplen con el código sísmico en zonas vulnerables

El director de Onesvie subrayó que este aniversario es una oportunidad para renovar el compromiso del país con la seguridad estructural.

ONESVIE
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Santo Domingo.- A más de dos décadas del sismo de magnitud 6.4 que impactó en la región Norte del país, la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica (Sodosísmica) y la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie) reiteraron el llamado a reforzar las construcciones que no cumplen con el código sísmico nacional, especialmente en las zonas de mayor riesgo.

El recordado sismo afectó a varias provincias, entre ellas Puerto Plata y Santiago, dejando tres fallecidos, más de 15 heridos y severos daños en escuelas, hospitales, viviendas y edificaciones públicas.

“Este terremoto es un recordatorio contundente de la vulnerabilidad de nuestras infraestructuras esenciales”, expresó Héctor O’Reilly, presidente de Sodosísmica. 

“Escuelas y hospitales deben ser sismorresistentes para garantizar la protección de nuestros niños, pacientes y personal, La verdadera resiliencia se construye desde la prevención: invertir hoy en seguridad estructural no es un gasto, es salvar vidas y proteger el futuro de nuestras comunidades”.

De su lado, el director de Onesvie, Leonardo Reyes Madera, subrayó que este aniversario es una oportunidad para renovar el compromiso del país con la seguridad estructural. 

“Nuestra misión es seguir trabajando junto a las comunidades, a los profesionales de la ingeniería y la arquitectura, y a las autoridades, para garantizar que la República Dominicana cuente con infraestructuras seguras, resilientes y capaces de proteger la vida de las personas ante futuros eventos sísmicos”.

Ambas instituciones exhortaron a las autoridades y a la ciudadanía a aplicar y fiscalizar las normas de construcción vigentes, garantizar que todas las nuevas edificaciones cumplan con el código sísmico y realizar evaluaciones sísmicas periódicas de las estructuras existentes, priorizando hospitales, escuelas y oficinas públicas. También hicieron un llamado a implementar procesos de reforzamiento estructural (retrofit) en aquellas edificaciones que no puedan resistir sismos probables.

De igual manera, incentivaron a fomentar la evaluación y el reforzamiento de infraestructuras privadas de alta concurrencia, como plazas comerciales, cines, sitios de diversión, clínicas, bancos y centros educativos, e impulsar la creación de planes de emergencia familiares y comunitarios, con rutas de evacuación claramente señalizadas y simulacros periódicos.

El temblor Puerto Plata 2003


El 22 de septiembre de 2003, a las 12:45 de la madrugada, un sismo de magnitud 6.4 sacudió a Puerto Plata y otras provincias del norte. El epicentro se localizó a tan solo dos kilómetros al sureste de la ciudad, con una profundidad de 10 kilómetros.

El evento se originó en la zona de subducción norte, responsable de algunos de los terremotos más importantes de la historia nacional, como los de 1946 (Mw 7.9), 1948 (Mw 7.1) y 1953 (Mw 6.5). Sus efectos fueron significativos, con daños generalizados en viviendas, escuelas, hospitales, carreteras de acceso y el servicio eléctrico.

Las estructuras más afectadas fueron los liceos José Dubeau y Urbano Gilbert “La Reforma”, la Escuela Virginia Elena Ortea y el Hospital Ricardo Limardo, lo cual obligó a la reubicación de estudiantes y pacientes. 

También sufrieron daños la Catedral San Felipe Apóstol, el Banco de Reservas, el mercado municipal, el muelle y diversos edificios comerciales en Puerto Plata y Santiago. Las pérdidas económicas se estimaron entre 5 y 25 millones de dólares.

Panel Conmemorativo

Como parte de la conmemoración, Onesvie, en alianza con el Codia Nortlántica, celebrará el panel “Experiencias y Lecciones: Recuerdos del Terremoto de Puerto Plata 2003”, en el que ingenieros, arquitectos, estudiantes y ciudadanos reflexionarán sobre las lecciones aprendidas y la importancia de fortalecer la cultura de prevención en la región.

“Este espacio de diálogo es esencial para identificar vulnerabilidades y generar propuestas que nos permitan estar mejor preparados ante futuros eventos”, agregó Reyes Madera.